viernes, 9 de marzo de 2012

Turismo por Liverpool

La semana pasada viajé a la ciudad de The Beatles y del fútbol. Voy a hacer un recorrido por ella a través de las fotografías que tomé durante mi estancia. Espero que os gusten y que mis recomendaciones os sean de ayuda si decidís viajar a la desembocadura del Mersey.

Liverpool es una ciudad industrial reconstruida practicamente en su totalidad después de la II Guerra Mundia (fue bombardeada y destruida por el ejercito alemán). Pero pese a que a a priori podría resultar fría, monótona, sucia y hasta fea, Liverpool posee un encanto implícito que te cautiva desde que aterrizas en el Aeropuerto John Lennon.




















































 














Lo primero que os recomiendo a vuestra llegada es tomaros unas pintas de cerveza en pubs como el Philarmonic (el preferido del autor de Imagine) o cualquier otro de los cientos que abarrotan la urbe, pues ahí está su espíritu y comenzareis a sentiros parte de ella. Sentados en sus bancas de madera, viendo la pasión que los parroquianos sienten por el balompié (siempre hay un partido en la tele), pisando la sucia moqueta, saboreando vuestra cerveza... Inglaterra en estado puro (no es ni de lejos tan cosmopolita como Londres) y este es su mayor encanto.
















































Tras este primer contacto con los liverpulianos, la siguiente parada son los edificios del puerto, conocidos como Las Tres Gracias. Para llegar a este extremo de la ciudad lo más recomendable es hacerlo a pie por calles repletas de comercios, pubs, músicos callejeros y gente de otra raza que a 2º C van en mangas cortas. La ciudad rebosa vida y sus habitantes viven literalmente en la calle pese a las inclemencias meteorológicas. Por el camino os encontraréis con St Lukes Church, una iglesia bombardeada en la guerra que permanece sin tejado, ni cristales, en estado de semiabandono, repleta de hiedra y verdina, como descrita por un poeta romántico (no estaban faltos de razón los decimonónicos al proclamar que un edificio gótico alcanzaba su mayor esplendor en su abandono, cuando era tragado por la naturaleza). Por cierto, no hay que perderse las vistas de la bahía y del río Mersey.








































































































































































Justo al lado, a unos cien metros está el Albert Dock,  un almacén portuario que data de 1846 y que lleva haciendo historia desde su inauguración. Tanto es así que se trata, según la Wikipedia, de la primera construcción británica realizada con hierro, ladrillo y piedra y sin madera en la estructura. Hoy día estos almacenes se han convertido en galerías comerciales. También está el fantástico museo de Los Beatles: seáis fans o no del mejor grupo de la historia, su visita es obligada, está superconseguido.













































































































Toda la zona portuaria anexa al Albert Dock (situada entre este complejo y "Las Tres Gracias") es muy interesante y está repleta de museos.












































Por allí cerca se encuentra también Mathew Street, donde está situado el pub más famoso del mundo: The Cavern. En su día esta calle era un sucio y apestoso callejón lleno de ratas, donde los marineros iban a emborracharse; pero hoy en día es una calle de las más turísticas de la ciudad por su evidente conexión con The Beatles. Está repleta de garitos que de algún modo hacen alusión a la banda para llamar la atención de los turistas que vienen ansiosos de rapiñar y fotografiarse con todo lo que huela a John, Paul, George o Ringo. En un extremo de la calle está situado el hotel de cinco estrellas A Hard Day´s Hight que, como su nombre indica, es temático y todo gira en torno a ellos (si sois ricos, alojaos en él). En la imponente fachada del hotel hay estatuas a tamaño natural de cada uno de los beatles. Un buen dato: The Beatles tocaron en The Cavern 292, pero el edificio fue demolido en los sesenta; ninguno de los dos que existen en la actualidad es el auténtico, sin embargo, uno está recreado a la perfección. Por la noche hay conciertos en directo en muchos de estos pubs, con los mejores grupos de la ciudad de la música. Altamente recomendable una velada con concierto y borrachera incluida por estos locales. Al salir del mismo te sorprenderá encontrar chicas medio desnudas a 2º C por la calle.








































































Ya que estamos enfrascados con Los Beatles, un tour por los lugares más emblemáticos de Liverpool relaccionados con ellos es una magnífica forma de pasar una tarde. Nuestro guía, Tim, nos llevó a sus casas y a todos los lugares relaccionados con su historia en la ciudad. En un perfecto castellano nos lo explicaba todo mostrándonos fotografías en las que aparecían los protagonistas del tour posando en el lugar que nos encontrábamos, poniendo sus canciones en el coche,... fue inolvidable! Mi momento favorito fue el recorrido por Penny Lanne con la canción de fondo. Os dejo la casa de Lennon y una panorámica del barrio que hizo mundialmente famoso McCartney, con la barbería que nombra en la canción (ya haré una entrada unicamente sobre el tour de Los Beatles por Liverpool).
















































Otro de los lugares más singulares y pintorescos es el barrio chino, el más antiguo de Europa (recordar que Liverpool fue el puerto desde el que partían todos los inmigrantes hacia el Nuevo Mundo, incluso el Titanic zarpó de sus aguas en 1912).








































































Liverpool tiene dos catedrales, una protestante y otra católica. Ambas fueron terminadas en los años sesenta, aunque sus diferentes estilos hagan parecer que una es mucho más moderna que la otra, es al contrario, la católica, de estilo muy moderno, fue terminada unos años antes que la protestante, de estilo neogótico. Como curiosidad añadiré que la segunda (que guarda gran parecido con la catedral de Gotham en la que Batman tira a Joker desde el campanario en la gran peli de Tim Burton) fue diseñada por el mismo arquitecto que creó la famosa cabina de teléfono roja inglesa. Se puede subir a su torre y contemplar una bella panorámica de toda la ciudad.























































































No olvidaré en mi vida este viaje.

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